19.9.06

I) sobre los caminos anchos y las naderias

Confieso que he luchado, luchado sin armas, jamás las he tenido, ni creo poseerlas, despues de haber triunfado. Confieso una vida sin abismos, ni caminos estrechos, como para perder la vida intentando cruzarlos. Si alguna vez estuve en peligro, fue porque yo, fui mas lejos de lo que mi camino ancho me entregaba. Eso lo confieso.
Confieso que me gustan los caminos estrechos, mortales, endemoniados, porque mi sentido tragico de la vida es muy fuerte.
Confieso que desde que tenia uso de razón, mi sentido tragico me llevo, afortunadamente a asumir, que en verdad la tragedia personal no es tan grave, tengo manos y pies, una inteligencia aceptablemente media, una familia normal, en fin; confieso entonces que mi sentido tragico, es natural, inherente a mi persona, sin el, no habria descubierto la suerte que he tenido. Aun asi, confieso que, una extraña tendencia a la perfección, me ha tendido varias trampas. Me siento una Quijote. De la locura a la razón debe haber una delgada linea, creo acercarme peligrosamente, a veces, a esa frontera de la realidad.
Confieso haberme acercado al borde del camino extenso de mi vida, tan cerca como para tropezarme y caer en el abismo, pensando que iba a la cima, cuando en verdad estaba boca abajo mirando hacia arriba, a la profundidad.
Confieso que mi lucha fue para liberarme de la caida, tan oscura como para desconocer su final fatidico. Confieso que conozco el infierno, alcanze verlo en mi caida.
Confieso la culpa, confieso la rabia, confieso el odio, confieso el enojo, solamente hacia una persona en todo el mundo, me confieso ante mi, me pido perdón.
Confieso todos mis errores, confieso todos mis defectos, todo lo malo, lo confieso todo. Si hay algo de que acusarme, yo ya lo sé, y ya me he culpado antes.
No queda mas que decir al respecto.
Siempre mi sentido tragico me intentará llevar a la misma confesión. Ahora estoy en pausa, si bien hubo triunfo(y aquí esta presente mi sentido tragico) habrán otras batallas, que desconozco.
Voy nuevamente por el camino ancho, pero me desvio peligrosamente al borde del abismo, nuevamente, por suerte, solo unos pasos que pronto vuelven a su lugar.
Confieso que mi gran lado es el negativismo, gracias a el, he aprendido a ver lo bueno.(soy trágica y qué?) Por lo tanto, envidio secretamente a tanta gente feliz que pasea por la vida.(porque veo que ellos tienen algo que yo no tengo, ese es la norma básica de la envidia, obviamente).Tan trágica soy, que intuyo al fin, me arrepentiré algún dia de ver la vida tragicamente.
Esa debe ser la maxima de la tragedia, saber que la vida en realidad no es tan tragica como la ves, entonces cuando la veas tal cual es, sentirás sintomas de perdida, del tiempo tragico que perdiste. Solo deseo no ser una tragica neurotica, esa seria mi peor tragedia(aunque sospecho ya serlo).

"He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
No he sido feliz... Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego
los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías".


Gracias Borges por tus palabras. Puedo entonces quedarme en paz por no ser feliz. Mas aun cuando me zambullo en naderías, y mi mente generalmete se reduce a naderias. En un sin fin de naderias, que nada dan, ni otorgan, nada fructifican, nada cambian a los seres humanos. Mi arte, no es arte, no es nada, mi mente no es inteligencia, no es racionalidad, mi arte no es sabiduría, Señor Borges, como me gustaria que no fuera así! como me gustaria tener su mente privilegiada para poder disfrutar profundamente en las naderias del Arte y convertirlas en algo rescatable!